Mt. 25, 35 “Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve
sed y me diste de beber…
El Comedor Abierto Mateo XXV es una
obra social que se inicia el año 1985 (aproximadamente) en la parroquia Jesús
Obrero, siendo el gestor de esta hermosa iniciativa el Padre Remo Pistrin Bertuzzi, de nacionalidad Belga, perteneciente
a la fraternidad religiosa de los Hermanos Capuchinos. Eran tiempos muy
difíciles especialmente para este sector de Rahue Alto. El P. Remo siendo
párroco de Jesús Obrero, continúa su
evangelización hacia el sector de Las Vegas y poblaciones que se iban formando.
Así comienza a formar Comunidades Eclesiales de Base (CEB) y al ver el
entusiasmo de la gente, se construye una casa en el mismo lugar donde ahora está nuestra Parroquia, ahí se
reunían los comunidades y se dió el
nombre de Capilla San José.
Viendo las necesidades existentes en
este lugar, el P. Remo no sólo quería alimentar a la gente con la Palabra de Dios,
sino también con un plato de comida, pero como no había sede parroquial ni
cocina donde preparar los alimentos, optaron por hacer el almuerzo en una casa
particular, ubicada en Calle Walterio Meyer, pero la gente iba a retirar su
olla con comida y la llevaban a su casa. Las señoras que cocinaban venían de Jesús Obrero y se les pagaba por su trabajo,
esto fue más o menos por un año.
En vista de que la comunidad iba
creciendo y con aportes que el P Remo trajo de su país, se comienza a construir
un templo más grande y una sede parroquial para que se reunan los grupos
existentes, además se piensa continuar con el Comedor Abierto. Asi se crea la
Parroquia San Leopoldo Mandic.
En el año 1988 llegaron las Hermanas
del Sagrado Corazón de Jesús. Una de ellas la Hna. Consuelo Pardo (Colombiana)
quien se hizo cargo del Comedor.
Durante varios años el Comedor Mateo
XXV pudo subsistir gracias al aporte de
Cáritas Chile, consistente en harina, leche, aceite (Buterol) . El resto de
abarrotes los compraba el P Remo con aportes que le llegaban de Europa.
En el año 1990 se comienza a buscar
voluntarias para cocinar y para hacer el pan. Como eran años muy complicados en
la economía, llegaban familias enteras a
almorzar, hasta 300 personas por día, se hacían hasta tres turnos, y para
ordenarlos se les entregaba un número.
Entre los primeros voluntarios se
recuerda al matrimonio Lemonado, don
Augusto y señora Marisa (QEPD) don Heriberto y señora Berta, don Joaquín y
señora Ester, etc
Paulatinamente fue disminuyendo la cantidad
de personas que asistían diariamente al comedor, pero por muchos años se
recibió la ayuda de benefactores de Europa.
De los voluntarios y voluntarias que
más tiempo sirvieron a este comedor, destaca la Señora María Vidal, que con su
hijito de tres años, venía todos los días a cocinar junto a otras personas. La
Hna. Consuelo la dejó a ella como
encargada del comedor y durante muchos años lo hizo en forma responsable y
desinteresada. También fue encargada de la bodega la señora Magdalena
Saldivia, quien por más de veinte años,
se preocupó de que no falten abarrotes para cocinar, y si algo faltaba ella
hacía los contactos con instituciones y particulares.
Cuando el P Remo volvió a su país de origen, se terminó la ayuda que
venía de Europa, por lo tanto comenzaron a aportar las mismas Comunidades
Eclesiales de Base en pequeñas cantidades de alimentos, se recuerda a la
comunidad San Sebastián, San Pablo, San José, Lourdes y Parque Artesanal. Pero antes de regresar a Bélgica, el P. Remo hizo contactos con la Clínica Alemana de
Osorno y comenzaron a aportar para el comedor.
De esta manera se fuero sumando otros benefactores, el Hogar Santa
María, Colegio San Mateo, Colegio Santa Marta, Pablo Pool (Panaderia Pool) Colegio Alemán y tantas otras instituciones y personas
particulares que ha hecho posible que esta obra de amor al prójimo continúe en
el tiempo.
Varios párrocos han querido cerrar el comedor, pero la
comunidad no lo ha permitido, y con la asistencia del Espíritu Santo y la generosa
ayuda de muchas personas e instituciones de Osorno, siempre hay
abarrotes en la bodega, para cocinar.
Y por último, pilares fundamentales
han sido las voluntarias que están hoy día y que estuvieron por muchos años
sirviendo cada semana, para que los “sobrinos” puedan disfrutar de un plato de
comida preparado con mucho cariño para ellos. Hoy son mas de 20 voluntari@s que de lunes a viernes entregan su tiempo al servicio de los mas pobres...
…” era forastero y me recibieron,
desnudo y me vistieron…”